PAZ en la Tierra...

Que haya PAZ en la Tierra es el deseo primordial de la navidad y no sólo es el tema central de los discursos, sino también de la liturgia navideña. Ya la primera víspera de la Navidad comienza con la antífona: "Rex Pacificus: el rey de la paz". Los ángeles alaban a Dios en el campo de los pastores con el canto navideño: "¡Gloria a Dios en las Alturas! Paz en la Tierra entre los hombres que gozan a su favor!" (Lc 2, 14).

A través del Nacimiento de Jesús, llega a ser visible en la tierra el brillo de luz que recibe Dios en el cielo, y cuando aparece la Gloria de Dios entre nosotros, queda eliminado el abismo que hay entre Dios y la persona; hay paz entre Dios y el ser humano, y esta paz a su vez hace que haya paz entre las personas, pues sólo la persona que está distanciada de sí misma y de Dios es incapaz de vivir la paz. Aquel que está Feliz consigo mismo y vive en Paz con Dios puede estar también en paz con sus hermanos y hermanas.

"La Encarnación de Dios en Navidad nos permite la Paz verdadera y cuando el amor de Dios penetra en nuestra naturaleza humana, sentimos que no hay nada en nosotros que no esté impregnado del amor divino y de la claridad. Todo queda lleno del tierno amor que irradía el niño en el pesebre"